Por Kenneth D. McClintock Hernández
El Presidente Barack Obama expresó esta semana que una mayoría absoluta mínima de cincuenta por ciento más un voto del electorado puertorriqueño podría no ser suficiente para aprobar un cambio en la relación política con Puerto Rico. Como es de esperarse, sus expresiones, no producto de un discurso escrito detalladamente elaborado, sino de una contestación impromptu en un período libre de preguntas y respuestas, han levantado un avispero, quizás mayor de lo que él pudiera haberse imaginado.
En el día de ayer ofrecí la siguiente reacción escrita a un medio que me preguntó sobre esas expresiones del Presidente, las cuales entiendo pero no necesariamente comparto en todos sus detalles:
"Hay estados, como Nebraska, en que una mera pluralidad fue suficiente para ser admitido y otros, como West Virginia, en que ni tan siquiera se pidió la admisión. Personalmente creo que una mayoría en contra del status quo o a favor de una fórmula de cambio será suficiente, no para cambiar de inmediato nuestra relación presente pero sí para iniciar el proceso de negociación legislativa que conduzca a esa descolonización.
A Illinois le tomó solo once meses, pero a Nuevo México 65 años obtener la admisión una vez solicitada, por lo que el proceso no necesariamente será rápido.
Mi exhortación a los que, como yo, quieren librar a Puerto Rico de los enormes costos del coloniaje y ser admitido como estado federado de nuestra nación, es que emprendamos la tarea de ganar ambas preguntas de la papeleta plebiscitaria por el mayor margen posible de manera que el nuevo Congreso en el 2013 tenga que enfrentarse a un nuevo paradigma de status de un pueblo que contundentemente le haya retirado a los Estados Unidos cualquier reclamo de "consentimiento de los gobernados" que legitime la relación territorial/colonial actual y una petición mayoritaria para iniciar la negociación de una Ley de Admisión que no cobre vigencia hasta ser ratificada por el pueblo.
Como ha dicho el gobernador Luis Fortuño al discrepar de las palabras de Obama, hay 37 ejemplos de que todo territorio que quería entrar a la Unión lo logró, no importa cuan grande o pequeña fuera la mayoría inicial que dio inicio al proceso de admisión---y Luis Fortuño ha estudiado mucho más los procesos de admisión que Barack Obama.
No dejemos que la opinión del actual Presidente, o cualquiera de sus potenciales contrincantes, nos divida o nos provea una excusa para la inacción, sino que nos inspire a la acción plebiscitaria que torne el escenario que él plantea irrelevante. A un año o menos de una consulta plebiscitaria, ¡construyamos, no con excusas sino con educación y trabajo ideológico, esas mayorías contundentes, en contra del status quo, y a favor de la Estadidad Federada, que obliguen a la Presidencia y al Congreso a actuar a partir del 2013!"
A medida que se caliente la campaña electoral presidencial, gubernatorial y plebiscitaria del 2012, los líderes pepedés ( a quienes les aterra la posibilidad de que los electores puertorriqueños se expresen directamente sobre su futuro) tratarán de agarrarse hasta de un clavo caliente, sean con expresiones como la del Presidente, posturas de sus potenciales contrincantes republicanos, palabras de un congresista, un senador, un libro o un informe congresional, para lograr uno o varios objetivos. Entre estos, tratar de dividir a los Estadistas, desanimar a los Estadistas, restarle credibilidad a los Estadistas, o varias o todas las anteriores.
La realidad es que en apenas un año o menos, los Estadistas tenemos la oportunidad de relegar a la irrelevancia el escenario plebiscitario que plantea el Presidente Obama---que una fórmula de status gane con una mayoría absoluta mínima de poco más del 50% de los votos. Un resultado sólido a favor del cambio, en contra de la relación actual, en la primera pregunta de la papeleta plebiscitaria le negaría a los Estados Unidos la cómoda postura de reclamar que la mayoría de los gobernados ha consentido a la relación actual, postura que ha justificado su inacción en el Congreso (no así en las Casa Blancas de Bush, Clinton, Bush y Obama) y en las Naciones Unidas. De igual forma, un apoyo mayoritario por encima del 50 por ciento a la Estadidad Federada podrá no ser suficiente para que se nos conceda automáticamente, pero sería suficiene para obligar al Gobierno Federal a iniciar el proceso de negociar una Ley Habilitadora que, una vez ratificada por el pueblo de Puerto Rico de la manera que el Congreso disponga, conduzca a nuestra admisión.
Sin embargo, para que ese escenario se dé, tenemos que aprovechar cada día, cada hora, cada minuto libre que dispongamos para educar, aclarar dudas, motivar a los puertorriqueños que han visto la Estadidad como una opción a largo plazo que lo largo se hizo corto y que el momento es ya, para construir una mayoría contundente, en la primera pregunta de la papeleta a favor del cambio y en contra del status quo, y en la segunda pregunta a favor de la Estadidad.
Como Adán y Eva, los estadistas tenemos que evadir las tentaciones que como manzana en el paraíso nos ofrecen los líderes pepedés...la tentación de no hacer campaña ideológica hasta tanto se apruebe un proyecto plebiscitario... la tentación de dejar que los líderes pepedés nos motiven a la inacción por lo que diga a deje de decir Obama, o Perry, o Romney, o Christie, o Palin... la tentación de echar a un lado la educación ideológica para enfocarnos exclusivamente en las peleas primaristas... o la tentación de dejar que nuestras funciones oficiales de gobierno monopolicen todo el tiempo libre que deberíamos dedicar a asuntos plebiscitarios.
Obama expresa una opinión, con la que no necesariamente todos estemos de acuerdo y que otros, como papagallos repiten, sobre un escenario específico en que una opción plebiscitaria gane por apenas el 50%. Elevemos ese resultado lo más alto por encima del 50% (como logró Pierluisi crear una supermayoría en la Cámara a favor del HR2499) con nuestro esfuerzo unido de campaña plebiscitaria y haremos innecesario experimentar si tenía o no razón el Presidente.
Me recuerda Phillip Arroyo, mi experto en asuntos congresionales y federales en la oficina y presidente del capítulo boricua de Young Democrats of America que, al considerarse el proyecto Pierluisi en la Comisión de Recursos, el congresista republicano Jason Chaffetz propuso una enmienda para requerir más del 50% más uno de mayoría para que una opción prevaleciera y fue derrotada ampliamente en comisión.
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