Por José Garriga
Picó,
Profesor de
Ciencia Política en la UPR-RP
El Vocero / lunes, 19 de marzo de 2012
El movimiento
para que este semestre haya una “huelga” estudiantil en la UPR es muy popular.
Vuelven esos tiempos.
Según escribo,
como por arte de magia, puedo ver el hastío y el disgusto en su cara al leer
estas líneas. Le viene a su mente:
"¿Qué? ¿Otra vez? ¿Por qué?"
Déjeme que le
explique cómo van operando las fuerzas de la reacción y la discordia en la UPR
antes de que la prensa oficial, escrita, radial y televisiva de los huelguistas
comience el operativo de justificación de las actitudes y acciones de violencia
e intimidación que caracterizan a estos grupos. Para empezar, recuerde cómo
estos radicales y sus aliados en la prensa fueron contundentemente derrotados el año pasado en sus pretensiones
de detener por la fuerza la cuota especial que fue necesario instaurar para
balancear el presupuesto de la UPR.
Sencillamente, los estudiantes pagaron la cuota y se completó el
semestre.
En realidad, la
cuota era un issue falso e insustancial desde el momento en que Tommy Rivera
Schatz legisló para darle una beca para cubrirla en parte o en su totalidad
para todos los estudiantes con necesidad económica. Pero los izquierdosos se negaban a aceptar la
solución tiburónica* y se requirió el repudio directo de los propios
estudiantes a los métodos violentos para que tuvieran que abandonar sus
planes. Ahora vuelven a la carga, prepárese. (*Nota al calce: una solución tiburónica es
aquella en que se utiliza un liderato político fuerte, transparente y ecuánime
para defender los derechos de, y dar ayuda a, los más necesitados frente a los
grupos de intereses que los tienen violados, conculcados o secuestrados).
A lo largo de
este semestre, ya los grupos socialistas en la universidad han realizado una
serie de "actividades informativas" (léase de "agite") en
diversas facultades con el propósito de levantar los ánimos de los estudiantes
contra la administración. Ya han dañado
impunemente propiedad pública, en violación de la ley, pintorreteando paredes y
pegando afiches con toda suerte de slogans y aún palabras de mal gusto. Esas actividades de calentamiento
culminaron el pasado martes con una asamblea de estudiantes para la cual
equívocamente la administración del Recinto concedió un receso de clases por
7.5 horas, un día de trabajo (o estudio) completo. ¡Qué pérdida de tiempo! Con las tres horas de la llamada "hora
universal" semanal (que existe precisamente para hacer actividades)
hubiera sido suficiente.
En la asamblea,
con su tradicional estructura de Corte de Canguros, se violaron varias normas
del reglamento, incluyendo prominentemente permitir la participación de
estudiantes suspendidos por precisamente por violar el reglamento de la UPR y
las leyes de Puerto Rico. En ese clima
de ilegalidad se aprobaron “por aclamación", sin constatarse el quórum al
momento de aprobarse, resoluciones para: 1) oponerse a que se instalen cámaras
de seguridad en los pasillos, los estacionamientos de las facultades y en otros
lugares públicos abiertos; y, 2) para oponerse a que se realice una reforma de
la ley universitaria.
El propósito de
las cámaras es detener la ola de robos y ataques que se ha desatado en el
Recinto de Rio Piedras/San Juan en este año académico. Responsablemente, la Rectora tenía que tomar
pasos para proteger las personas en el Recinto o podía ser encontrada en
violación de la ley y los derechos civiles de los estudiantes. Pero los socialistas, en su paranoia, sólo
ven en las cámaras un instrumento de represión contra ellos. ¿Será que tienen conciencia culpable? Dice la sabiduría tradicional que "el
que tiene hechas, tiene sospechas".
Tampoco quieren
que haya reforma universitaria porque piensan que puede acabárseles el control
que tienen y han tenido sobre los organismos de gobierno interno de la
universidad. De nuevo los traiciona su
paranoia. No hay en la Asamblea Legislativa,
ni en Fortaleza, ni en la Junta de Síndicos ningún proyecto de reforma
legislativa y los líderes de la UPR han hecho claro que no hay planes para
hacerla.
Pero, a esos
estudiantes no les importa “la realidad” ni “la verdad”. Ellos están comprometidos a actuar a partir
de “un imaginario revolucionario” en la concreta que se traduzca en lucha
violenta contra el capitalismo, el libre comercio, la democracia liberal, los
Estados Unidos, etc. Tampoco les importa
si aquello contra lo cual protestan, como las cámaras, es beneficioso para la
seguridad de todos. Lo único que les
importa es tener la oportunidad de protestar, de formar revolú, de cerrar
salones, de bloquear pasillos y escaleras, de romper pupitres, dañar
cerraduras, ensuciar paredes con grafiti... Todo con un sólo propósito, hacer
que los problemas en la UPR se reflejen en contra de la administración: no, no
contra la administración de la Rectora o del Presidente de la UPR (esas son
víctimas colaterales aunque personalmente tengan mucha animosidad contra ellos
también); sino contra la administración de Luis Fortuño y del PNP. Su agenda no es académica es
político-partidista con el propósito de impactar el electorado y los resultaos
de las próximas elecciones.
¿Cuáles serán
sus próximos pasos? Aunque el plan de
los revoltosos para convocar un paro pasado mañana miércoles 21 fue frustrado
por estudiantes astutos que plantearon la cuestión de quórum en la asamblea,
eso no los va a detener en su agenda para hacer un paro general en la UPR
alrededor de mediados de abril. Puedo
predecir sin temor a equivocarme que van a estar agitando las próximas tres
semanas elevando escalonadamente el nivel de estridencia y de violencia. Ellos quieren que haya desasosiego, que
movilicen la policía (para poder insultarlos y provocarlos.) Quieren que haya
macanazos y que los telereporteros hagan tomas con sus cabezas ensangrentadas
para aparecer llorando puerilmente por televisión denunciando al gobierno
autoritario y abusador.
Su propósito es
electoral: apoyar indirectamente la campaña (que va en picada) de Alejandro
García Padilla. Su odio por el PNP,
Fortuño y la estadidad es mayor que su compromiso con la universidad, la
independencia o el socialismo; y, por eso, en su práctica “revolucionaria”
terminan trabajando para el PPD, Alejandro y la colonia. Ovidio mismo se
asombraría ante tal metamorfosis.
La realidad es
que los estudiantes y profesores abrumadoramente repudiamos que se intente un
paro en la universidad; y, ustedes, mis lectores, ya se habrán dado cuenta cuán
popular es la huelga en la UPR.
Envíe sus
comentarios a: GarrigaPico@yahoo.com
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