viernes, 9 de noviembre de 2012

Seniority

Seniority

Por Kenneth D. McClintock Hernández
 1 de Octubre de 2012

La principal regla de funcionamiento del Congreso de los Estados Unidos se resume en una sola palabra: "Seniority" o antigüedad.  El seniority, esencialmente, mide cuánto tiempo un congresista ha prestado servicio desde su juramentación. A manera de ejemplo, el Comisionado Residente Pedro R. Pierluisi juramentó por primera vez el 3 de enero del 2009.  Trescientos quince congresistas tienen más seniority que él y 119, más los cinco que sean electos para cubrir 4 vacantes por renuncia y una por muerte, tienen menos seniority que él.

Seniority es un factor que nunca ha sido tomado en cuenta al momento de elegir un Comisionado Residente, para detrimento de los intereses de nuestro pueblo.  El seniority no se fabrica ni se promete; se tiene o no se tiene.

Pedro Pierluisi tiene más seniority hoy que quienes ocupan o ocuparán 124 escaños congresionales.  Con el retiro derrota primarista ya sufrida o derrota electoral a sufrirse de decenas de congresistas en noviembre, de resultar reelecto, nuestro Comisionado Residente tendría en enero más seniority que por lo menos 150 congresistas al iniciarse como miembro de su tercero Congreso (recordando que los Congresos se miden en bienios y no en cuatrienios).

La elección, por improbable que sea, de cualquiera de sus cinco contrincantes, colocaría a un nuevo Comisionado Residente al final de la lista de seniority, a pelearse por lo que aparezca al fondo del barril, y no por la crema que flota en el tope del barril, particularmente al debatirse las posibles medidas a tomarse para no caer en el precipicio fiscal (fiscal cliff) que enfrenta la nación.

Si el Comisionado Residente que elegimos en 1976, Baltasar Corrada Del Río, no hubiese optado por aspirar a la Alcaldía de San Juan en 1984 y hubiese sido reelecto ininterrumpidamente desde entonces, ocuparía la posición #10 en seniority hoy, superior a 425 de los 435 miembros del Congreso.  Si, en cambio, en el 2000 el pueblo hubiese reelecto a Carlos Romero Barceló y éste ocupara aún el cargo, hoy Puerto Rico tendría un Comisionado Residente con más seniority que 348 congresistas.

De 1989 a 1991 una de las figuras congresionales más mencionadas en Puerto Rico era Ron de Lugo, el presidente de la Subcomisión de Asuntos Insulares del Congreso que evaluaba la legislación de status. ¿Por qué ese delegado de las vecinas Islas Vírgenes Americanas tenía tanto poder sobre Puerto Rico?  La respuesta se resume en una sola palabra: ¡seniority!  Los electores de ese territorio americano conocen el poder del seniority y reeligieron repetidamente a su delegado congresional hasta llegar a multiplicar su poder al convertirse en presidente de una subcomisión.  Hasta el 2010, todos los delegados territoriales, menos el entonces recién llegado Pierluisi, eran presidentes de subcomisiones congresionales porque sus respectivos electorados los reeligen de manera que puedan mantener y seguir acumulando seniority y poder.

En esta elección, Puerto Rico tendrá la opción de preservar la influencia y el poder que ya ha acumulado Pedro Pierluisi, con un seniority mayor que 124 otros congresistas, o echar al zafacón ese poder, esa influencia, eligiendo a otro que comience como "prepa", a recoger las migajas de las migajas!  Ese es un factor importante siempre, pero más aún cuando durante los primeros tres meses del próximo Congreso estarán enfrentando como evitar caer en el precipicio fiscal en que se recortarán trillones de dólares en programas federales.

Esa es otra razón más para retener a Pedro R. Pierluisi como nuestro influyente Comisionado Residente votando íntegro por el Partido Nuevo Progresista.