sábado, 30 de junio de 2012

La esencia de la estadidad


Por Dr. Hernán Padilla

Desde el 1898, el pueblo puertorriqueño no ha podido desprenderse del conflicto sobre su identidad sociopolítica y lograr una relación política permanente con Estados Unidos como estado de la unión.


Para comprender la esencia de la estadidad es necesario conocer el concepto del federalismo. James Madison defendió al pueblo sobre los líderes gubernamentales y enfatizaba que el poder no era del gobierno sobre el pueblo, sino del pueblo sobre el gobierno.

El federalismo plasmado en la Constitución de Estados Unidos le da vida, permanencia y estabilidad al derecho, a la ley, al orden, al predominio del poder del pueblo sobre los gobiernos, a la garantía de la libertad de expresión y de prensa y a la responsabilidad ciudadana que son la esencia del ideal de estadidad.

El prócer puertorriqueño José Celso Barbosa predicaba que la estadidad es un ideal y como tal viven en el corazón, la emoción, la fe, la esperanza y las aspiraciones de igualdad del pueblo puertorriqueño.

Creemos que la “Carta de Derechos” de la Constitución americana es el pilar fundamental que sostiene la aspiraciones del pueblo puertorriqueño: la libertad, la democracia, el respeto a los derechos humanos y ciudadanos y los derechos civiles, privilegios e inmunidades de los ciudadanos de Estados Unidos, incluyendo el derecho a la libre expresión, a protestar sin perjuicio, a practicar las creencias y la religión de preferencia, el voto libre para seleccionar gobernantes, la libertad de movimientos dentro de los estados y entre ellos e internacionalmente y la libertad de los ciudadanos para tomar decisiones y asumir sus propias responsabilidades.

El estado de Puerto Rico tendrá todos los poderes incluidos en la Constitución de Puerto Rico y además todos los poderes de un estado de la unión, como los define y garantiza la Décima Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, con los mismos derechos, privilegios, deberes y progreso económico que tienen los ciudadanos de los otros cincuenta estados.

Disfrutaremos plenamente de la soberanía compartida dentro de la nación americana sin que el Congreso, a su antojo y unilateralmente, pueda restringir los poderes autonómicos del estado. Nos convertiremos en socios, de igualdad de rango, de la federación de estados de una nación multiétnica y multicultural, y del segundo país del mundo con más ciudadanos con raíces hispanas del mundo. Puerto Rico  sería reconocido mundialmente como uno de los estados de  Estados Unidos y será el estado hispano con más poder e  influencia  en  el mundo.

La estadidad garantiza la igualdad ciudadana y será beneficiosa para todo el pueblo puertorriqueño. Es la mejor herramienta para poder lograr todas las garantías constitucionales como ciudadanos americanos y nacionales de Estados Unidos. La estadidad es el único status que nos preserva y garantiza la ciudadanía de Estados Unidos.

La estadidad nos permite votar en las elecciones federales nacionales; elegir cinco representantes y dos senadores al Congreso; el voto presidencial; representación en el Colegio Electoral, y nos daría amplia influencia y poder político dentro de la nación americana.

El estado de Puerto Rico hará realidad el compromiso del preámbulo de la Constitución puertorriqueña: “La lealtad a los postulados de la Constitución federal” y “la convivencia en Puerto Rico de las dos grandes culturas del hemisferio americano”.

La estadidad fortalece y garantiza nuestra identidad que nace de desarrollarnos en dos culturas, la puertorriqueña y la americana y sentará una pauta como un estado multicultural e hispano de los Estados Unidos de America. Será la culminación de la lucha por la igualdad que representa la soberanía del pueblo: el derecho a votar y elegir a los líderes políticos toman las decisiones  que afectan al pueblo de Puerto Rico. Eso, en esencia, es el arreglo constitucional que conlleva la estadidad.

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