miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡La lucha por la Estadidad y los amigos del vaivén!

Miércoles, diciembre 15 de 2010
Josue Rivera | PRSSA UPR Bayamón

“No solo es patria la tierra donde se nace. Nuestras libertades y derechos son patria también.”
 – José Celso Barbosa

Durante 112 años hemos sido parte del mosaico cultural más grande del mundo. Durante el tiempo hemos visto diferentes sesiones del Congreso de los Estados Unidos; primero en 1901 con el republicano Federico Degetau, hasta nuestros días con el demócrata Pedro Pierluisi. En los pasados años hemos vivido el mayor progreso en nuestra relación. Desde comienzos de nuestra historia, en dicho cuerpo, consistentemente hemos tratado de ganar amigos a favor de nuestras causas ideológicas o de gobierno. En los presentes hemos visto la mayor gestión en ganar amigos en el Congreso y la elite política Americana; sea en campañas para favorecer a tal amigo que me ayudó en tal asunto o endosando abiertamente su candidatura. Hemos vivido una creciente conducta de cabildear sin tener miembros bona fide con derecho al voto y digna representación proporcional en el mismo cuerpo.

Es importante reseñar, que durante el 1947 se le otorgó a Puerto Rico la oportunidad de elegir su propio Gobernador,  más tarde, en 1950, nos aprobaron la Ley 600 (P.L. 81-600) que nos permitía hacer un referéndum  para establecer nuestra propia constitución colonial. El 25 de Julio de 1952, fue proclamada por él, entonces, primer Gobernador electo, Don Luis Muñoz Marín. La pura astucia política del prócer puertorriqueño para aprobarla tal día, conmemorando el aniversario número 54 de la llegada de las tropas americanas a Puerto Rico. La constitución colonial había sido aprobada en la Convención Constituyente de febrero 6 de 1952. Fue ratificada por el Congreso federal y el Presidente Truman, en julio 3 del mismo año.

La lucha por la Estadidad ha estado presente durante, por lo menos 112 años, 58 años desde nuestro propia gobernanza y constitución colonial. En las últimas décadas hemos vivido plebiscitos para poder resolver de una vez y siempre el “status quo”. En el transcurso del tiempo nuestro políticos del patio han enfocado su curso a endosar, apoyar y recaudar dineros a favor de sus, amigos o amigos de Puerto Rico y la causa, en el Congreso federal.  Ellos son ciudadanos americanos como tú y como yo, que viven en jurisdicciones con derecho al voto. La diferencia de nosotros es que no votamos y no estamos representados dignamente en el cuerpo federal; con voz y voto.

Nuestro campo de batalla ha sido Washington D.C., durante las últimas décadas. Recordando las palabras de  un famoso general de Vietnam, “el conflicto bélico de Vietnam se perdió por nuestros burócratas en Washington”. Todos los conocedores de estrategia militar aprendieron de la lección de Vietnam. En contexto, lo que quiero decir es que si es importante mantener relaciones y crear lazos en Washington D.C., pero la batalla es en Puerto Rico. La estrategia se reduce a la educación política, como mencione en mi pasada columna: “Seremos fuertes cuando eduquemos y destruyamos el miedo. Seremos más grandes cuando los hechos del enemigo, no sean más grandes que los hechos de nosotros. Seremos más feroces cuando todo el pueblo este educado y juntos votemos en un plebiscito, apoyemos la Estadidad para Puerto Rico.”


No ganamos una guerra de Vietnam desde Washington D.C., tampoco ganaremos una guerra de “status” desde allá. Tenemos que organizar todos los gremios estadistas, y ser un movimiento activista. Donde sea más importante, la tertulia de educación; en el campus,  la reunión de café en la casa de doña Juana o en la casa del empresario. Persona a persona, casa por casa, pueblo por pueblo, ganaremos la batalla por la Estadidad de nuestra patria para la adhesión permanente al gran mosaico cultural de los Estados Unidos de América.

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