Por Kenneth D. McClintock
Ocasionalmente nos preguntamos por qué a veces los puertorriqueños parecemos poco interesados en los asuntos en que se interesan nuestros conciudadanos del norte, o por qué parecemos menos instruídos sobre asuntos que residentes de diversas partes del mundo parecen conocer más.
Las diversas respuestas a esas interrogantes podrían incluir que (1) los boricuas somos "diferentes", (2) que nuestro sistema educativo no educa, o, quizás (3) que nuestra condición geográfica insular nos aparta de los Estados Unidos o del mundo.
Hoy, 12 de febrero de 2011, día en que a nadie en Puerto Rico se le recuerda que es el natalicio de Abrahán Lincoln, ninguna de esas respuestas aplica. Hoy, los medios de comunicación de Puerto Rico, o por lo menos las tres portadas que desde la Capital nacional he podido revisar, pudieron encontrar en la agenda de la izquierda puertorriqueña alguna noticia insular más importante que la noticia que arropó hoy al planeta.
En nuestra nación, las letras ennegrecidas de su más prestigioso diario, The New York Times, ejemplifican la inmensa mayoría de las primeras planas estadounidense: "MUBARAK OUT"
En la Madre Patria, el titular de El País: "EGIPTO SE LIBRA DE MUBARAK"
El ABC de Madrid también ejemplifica a la prensa mundial con el titular "MUBARAK SE RINDE"
Solo quizás el Granma de La Habana, controlado por un régimen, otrora revolucionario, que le teme como el diablo a la Cruz a las revoluciones modernas, escondió la fugaz revolución egipcia con el titular insularista: "Propósitos cardinales la educación económica, la disciplina laboral y la cultura de productores" (Titular que en Castilla la Vieja generaría la respuesta "Who cares?").
¿Y en Puerto Rico? ¿Egipto? ¡Muy bien gracias!
Increíblemente, la prensa insularista desapareció la más importante noticia del planeta, la que dominó las primeras planas estadounidenses, la que dominó las primeras planas mundiales. Los editores en Puerto Rico, ejerciendo el sagrado derecho a la libertad de prensa que disfrutan, en por lo menos los tres periódicos que pude revisar en línea parece que se reunieron y decidieron que todos los demás editores de nuestra nación y nuestro planeta se habían equivocado, y que debían haber noticias más importantes locales que esa insignificante noticia del Medio Oriente.
Los editores de Estados Unidos relegaron noticias nacionales a otras páginas...el presupuesto que Obama someterá el lunes...los recortes de $100 billones que propondrán los republicanos... la carrera presidencial republicana.
Los editores españoles relegaron los problemas económicos de su nación y los problemas políticos de Rodríguez Zapatero a un segundo plano.
En Puerto Rico no. La noticia local, el chisme del momento, prevaleció sobre la primera plana del resto del planeta.
Que nunca más se atreva la prensa local sugerir que somos "diferentes", que no sabemos de las noticias nacionales e internacionales, que no estamos educados, porque hoy se vió que, por las razones que sean, más importante era lo local que lo que fue la noticia de primera plana del resto de nuestra nación y de nuestro planeta.
Yo cobré consciencia de que la muerte de Martin Luther King, a quien realmente no conocía, era trascendental porque vi la noticia de su asesinato en primera plana. Entendí cuán trágica y relevante la muerte de Robert Kennedy porque me impactó la primera plana. Los periódicos, al igual que las escuelas, están en posición de educarnos. Muchas veces lo hacen. Hoy, sin embargo, "se colgaron" con una "F".
¡Solo en Puerto Rico, y en sabrá Dios que otro planeta, la salida de Mubarak no fue la noticia más importante del día!
Quizás mañana, percatados de que se les fue la mano, traten de corregir un poco pero mañana, mañana será muy tarde.
El derecho de los directivos de la prensa local a equivocarse en el ejercicio de la libertad de prensa no es mayor que el derecho de sus lectores, el suscribiente incluído (en su carácter ciudadano y no oficial) a criticarlos respetuosamente por ese error que se repite con tanta regularidad, que nos aparta de nuestros conciudadanos del Norte y de nuestros coplanetarios del mundo.
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