sábado, 12 de febrero de 2011

La huelga estudiantil responde al ciclo histórico

Sábado 12 de febrero de 2011
Edwin R. Jusino | UPR Mayagüez

En el año 1950, Pedro Albizu Campos organizó y dirigió a los nacionalistas en una revuelta armada contra los Estados Unidos. La misma respondía a que los estados Unidos permitirían a Puerto Rico celebrar un referendo sobre si los puertorriqueños querían redactar su propia Constitución o no, con la aprobación de la ley 600. Tanto, esta revuelta, como los intentos modernos de crear una revolución del pueblo, liderada por los grupos de izquierda dentro de la Universidad de Puerto Rico, todas tienen el factor común de la impotencia política de estos grupos que entienden que su anhelo ideológico se les desaparece.



Encuesta recientes hechas en los Estados Unidos, y en Puerto Rico demuestran el crecimiento de la Estadidad frente a l Estado Libre Asociado, y la Independencia. Esto lo vemos en las expresiones hechas recientemente por los líderes del movimiento estudiantil, que dicen que su lucha trasciende los asuntos económicos de la UPR. Hablan del gasoducto, de la ley 7, de la susodicha dictadura, entre otras razones, más allá de la cuota de los $800.00 anuales o de las exenciones de matrícula.

¿Quién está bien, quien está mal? En esta apariencia de lucha social, mal catalogada de hecho pues es una lucha política disfrazada de social, lo correcto o incorrecto es una cuestión de perspectiva de la ideología. Tanto el gobierno, como los estudiantes están mal, y ambos están bien. Había alternativas que se podían tomar para evitar la cuota, como por ejemplo consolidación de departamentos, eliminación de cursos no vitales, etc. Claro está, cualquiera de los cursos a tomar hubiera sido usado como excusa por el ala separatista radical para impulsar una huelga.

Esto responde a que las organizaciones que los controlan, como el MAS, y el Movimiento Trabajador Socialista, entre otros. Interesante, que la lucha no es contra los de derecha, interesante que la lucha no es contra el sistema colonial que es el causante del problema; la lucha es contra la mayoría ideológica que quiere la igualdad y el poder político para decidir el curso de su destino. Lo más irónico es que la estadidad es para socialistas, liberales, libertarios, anarquistas, moderados, conservadores y ultra-conservadores. La “lucha” es contra todo lo que sea y huela a americano, cuando nuestra ciudadanía tanto la hemisférica como la política es americana; sin olvidarse de que la ciudadanía es lo que otorga el derecho a recibir la Beca Pell.

En cuanto al gobierno, ha caído en la trampa mediática, tendida por los elementos internos y externos que controlan este movimiento. El presidente De la Torre no supo manejar bien la situación, y por eso vemos las consecuencias de ahora. Al momento de comenzar el semestre la policía debió a verse retirado del campus y solo dejar el patrullaje preventivo. Si muy es cierto que la “pintata” del pasado miércoles se puede catalogar como vandalismo y una acción de confrontación y desobediencia de la ley, no debieron intervenir, y simplemente hacer que cuando terminaran fueran los estudiantes los que limpiaran el área, o sancionarlos administrativamente. Lo hecho, hecho esta.

Ahora lo único que podemos esperar es que el presidente interino tome decisiones de buena fe que logren terminar los asuntos universitarios. Al fin del camino, veremos cómo el mismo pueblo repudiara el alzamiento pseudo pacifico del extremismo separatista. La independencia no puede ser forzada, ni tampoco la estadidad. El pueblo tiene que escoger entre una o la otra; pero todos debemos repudiar el Estado Libre Asociado, que es el sistema colonial.

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