sábado, 5 de febrero de 2011

Partido y Movimiento


Dr. Ricardo Rosselló Nevares
Sábado 5 de febrero de 2011

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Últimamente se está escuchando mucho la palabra "movimiento"cuando se discuten temas de política partidista y hasta de política pública. No obstante, el término parece utilizarse libremente, fuera de su contexto original. A veces se usa para denominar una colectividad política o partido, mientras que en otras se utiliza para identificar un grupo dentro del partido, y hasta grupos que buscan tomar un rumbo distinto a la línea oficial del partido.

¿Son entonces los partidos y los movimientos entidades similares y términos intercambiables, o son distintos el uno del otro, con intereses o propósitos particulares? Y, si son distintos en composición y propósito, ¿pueden ambos coexistir?

Según la Real Academia de la Lengua Española, un movimiento se define como el "desarrollo y propagación de una tendencia religiosa, política, social, estética, etc., de carácter innovador". La tendencia se establece con la idea, el concepto. Por definición entonces, los movimientos son ideológicos en esencia. Lo que motiva la unión de voluntades dentro de un movimiento es el ideal común de sus miembros. Los movimientos - los que se consideran verdaderos y sólidos - siempre defienden una idea pura, llevan un mensaje genuino y generalmente no surgen de un solo individuo, sino de una necesidad real que mueve a un pueblo o un grupo a unirse en propósito. El movimiento crea ambiente y ánimo entrese guidores de un ideal; es el que alberga a los individuos comprometidos inequívocamentecon la causa común que une al grupo. Esos individuos son los que generarán la masa crítica para impulsar la acción urgente que se necesita para lograr los propósitos establecidos por la colectividad.




Por su parte, los partidos son organismos indispensables como mecanismo formal que se utiliza para dar voz al sentir del pueblo dentrode los procesos democráticos que nos rigen. Es la estructura organizada que cuenta con un equipo de trabajo y funcionarios que ocuparían cargos públicos de salir la colectividad política favorecida en los comicios electorales.

Si bien ambos términos definen grupos distintos,la realidad es que siempre ha habido (y habrá) una interconexión entre los movimientos y los partidos políticos que representan formalmente a esos movimientos. Si los partidos no tuvieran un movimiento saludable, no estarían activadas las personas que van a crear la urgencia de actuar, y por lo tanto, no habría razón de ser para un partido debase ideológica. Al mismo tiempo, la realidad exige que para lograr sus objetivos y adelantar su causa, el movimiento debe contar con la estructura que provee el partido porque el movimiento no es el que iría a gobernar; ese trabajo se le confiere al partido. Ambos organismos se necesitan entre sí y ambos deben - y pueden - coexistir en armonía para que la sinergia que resulte de esa unión sea aún más fuerte y positiva que la suma de las sinergias individuales de cada una de las partes.

Esa sinergia es la que ha estado faltando últimamente entre los partidos y los movimientos de cada bando. En el PIP, por ejemplo, aunque sus líderes abogan por la independencia de la Isla, hay facciones que buscan lograr la soberanía total instaurando un sistema sociopolítico capitalista como el que tenemos, mientras que otras facciones venla independencia como un mecanismo para traer el socialismo a Puerto Rico. En caso del PPD, aunque nunca ha sido un partido ideológico en su esencia, el auge reciente de su ala soberanista choca con su paradigma original de defender el status quo y mantener vínculos estrechos con la Nación Americana de la cual somos parte. Y en el PNP, hemos visto que un por ciento significativo de su base entiende que su colectividad no está impulsando con suficiente empeño el ideal neto estadista que llevó a don Luis Ferré a crear la insigniade la Palma. En todos los partidos, militan agentes del colonialismo, los cuales – por definición – no son parte deningún movimiento.

¿Cómo se logra entonces armonizar una sinergia saludable entre el partido y el movimiento? Se logra en función específica de las directrices del partido y la acción que genera el movimiento que lo creó, como también poniendo mayor énfasis en el denominador común que agrupa a la colectividad.





En el caso específico de mi partido, el Partido Nuevo Progresista, yo diría que se logra fijando la mirada en las razones fundamentales por las cuales queremos traer la Estadidad a la Isla. La Estadidad en sí es una meta inmediata que nos permitiría establecer el mecanismo más apropiado para lograr nuestro verdadero propósito - la meta grande - la de otorgarle mayor justicia social y apoderamiento a nuestra gente. El propio don José Celso Barbosa,el padre de la Estadidad, lo entendía así desde el primer momento en que propuso rechazar el coloniaje español y solicitar para los puertorriqueños las libertades que prometía la llegada de las tropas del General Miles enGuánica. En un artículo publicado el 29de junio de 1907 en el periódico El Tiempo, Barbosa escribió:

"Puerto Rico, abierto el porvenir ampliamente a las brisas vivificantes, tónicas, reparadoras de la verdadera liber­tad y de la democracia positiva con la república, al ser nues­tro suelo cedido con gente y todo por el poder español al po­der americano, pensó como piensan los pueblos azotados cruelmente por la desgracia, que había llegado la era de redención, y se dispuso desde el primer momento a laborar con­cienzudamente para realizar el empeño legendario de ser libre, absolutamente libre, dentro de la gran federación de estados libres que une y protegela bandera americana..."

Así, el Dr. Barbosa nos alecciona que la Estadidad la buscamos por mucho más que meramente hacernos estado. Lo que debe unificar a todos los componentesdel movimiento estadista de Puerto Rico son los siguientes principios:

1. el anhelo de otorgarle mayor justicia y oportunidad a nuestra gente

2. la convicción de que todos y cada uno de nuestros hermanos merece gozar de todos sus derechos ciudadanos...

3. y, como elemento primordial, la determinación de lograr la igualdad de condiciones para el pueblo puertorriqueño ante sus conciudadanos estadounidenses y del mundo.

De cara a la Convención Anual del PNP que se avecina, nos compete a todos los estadistas ir caminando hacia esos fines, tal vez por caminos distintos, pero con el mismo propósito. Y más allá de la Convención Anual, tenemos que mantenernos contundentes, con un mensaje claro y poderoso, de cara a la consulta plebiscitaria que se le estará presentando pronto al pueblo. Una encuesta reciente de Univisión indica que más del 70% del pueblo entiende que la solución del status es sumamente importante para determinar el futuro político de la Isla. La misma encuesta también coloca la imagen de los partidos políticos de PuertoRico entre un 20% y un 30% de aceptación. Es decir, sólo entre 20 y 30 personasde cada 100 tienen una opinión positiva de los partidos. Estos datos apuntan a que el electorado sabe claramente distinguir entre lo que son las figuras públicas y lo que son asuntos trascendentales, que merecen consideración seria y ponderada. Pero estos datos también nos dicen que la insatisfacción actual del electorado con la política partidista, o con un gobierno de turno, pueden utilizarse por parte de los elementos que buscan perpetuar el colonialismo para desvirtuar esta consulta con sus consabidas píldoras de veneno.

Como los porta estandartes de los valores democráticos de libertad, justicia y la consecución de la felicidad que nos definen como pueblo, venimos obligados a trabajar unidos para eliminar el sentir derrotista y de estancamiento que ha venido engendrando el desgastado colonialismo insular. Tenemos que hacerlo unidos, pero no de manera llana y hueca; sino unidos con sincera convicción. Pero más importante aún, tenemos que plantearle al pueblo, de manera seria y convincente, por cuánto tiempo más queremos que los puertorriqueños se mantengan sumidos en este colonialismo actual que está acabando con el alma de nuestro pueblo.

El futuro de las próximas generaciones de puertorriqueños está en nuestras manos.

El autor puede ser contactado en facebook.com/rossello.nevares

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