La violencia no se justifica

Martes 11 de enero de 2011

Edwin R. Jusino | PRSSA UPR Mayagüez

El  comienzo del 2011 se ha marcado por violencia y terrorismo político a nivel estatal como nacional. La Real Academia de la Lengua Española define el terrorismo como dominación por el terror, sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.  Tanto el atentado contra la representante demócrata, Gabrielle Giffords, como los eventos del día de hoy en la Universidad de Puerto Rico son actos de terrorismo, aunque en esencia diferente. El atentado contra la congresista Giffords fue, a mi entendimiento, infundido por el racismo y la xenofobia de un individuo cuyas facultades mentales son dudables, mientras que la violencia y vandalismo exhibido hoy en la UPR son medidas hechas con el fín de atemorizar a los compañeros que democráticamente y en todo derecho pleno de la ley, difieren con los manifestantes. Ambos actos tienen algo en común, son criminales.

El terrorismo de los estudiantes le falta seriedad al movimiento que intenta derogar una injusta cuota que duplica la matricula en un 100%. Los más grandes y exitosos movimientos de cambio social han sido aquellos que sin un acto de violencia alguno, por sus manifestantes, han logrado dejar en ridículo a grandes potencias como los es nuestra nación americana. Martín Luther King  Jr, quien pago el precio de la igualdad con su vida, logró inspirar a miles de afroamericanos a luchar por su derecho a la igualdad. Mahatma Gandhi, logró la independencia de la India, con huelgas de hambre, boicots, e inspirando a sus seguidores a mantenerse pacíficos, aun cuando las autoridades británicas los macaneaban. Ambas figuras son respetadas tanto por la izquierda como por la derecha por su integridad y su decisión de nunca aspirar a la violencia.

La Constitución de nuestra nación respeta el derecho de diferir de sus ciudadanos, y emplaza al gobierno asegurar que tanto los que se quieren manifestar como los que no se quieren manifestar puedan hacerlo en un ambiente seguro y de respeto. Bajo ninguna circunstancia el gobierno puede permitir que lo que ocurrió hoy, y lo que ya ah ocurrido en el mes de diciembre vuelva a ocurrir. Con la violencia perdemos todos los estudiantes del sistema, porque tanto a los huelguistas como a los no huelguistas nos tildan de revoltosos, y vagonetas que lo que buscamos es vivir de la beca pell.

¿A que costo estamos dispuestos a llegar por derogar la cuota de 800.00? ¿Necesitamos que con una apedrea, o una bala perdida se pierda una vida para hacer una introspección sobre el costo?  O si acaso esperamos que la Middle States ponga a la UPR en “Show Cause”  para percatarnos que también somos parte del problema.  La violencia bajo ningún concepto, tanto la verbal, como la física es aceptable en cualquier manifestación. La retórica de odio que impera en nuestros discursos tanto a favor como en contra es y debería ser censurable, pues solo inspira a que los radicales de ambos bandos tomen cartas en el asunto.