sábado, 22 de enero de 2011

Lecciones del presente

GERARDO J. CRUZ ORTIZ
ASESOR POLÍTICO Y PROFESOR UNIVERSITARIO
ENDI

Tras el quebranto electoral experimentado por el PPD en los pasados comicios, el liderato popular ha pretendido encauzar una serie de reformas dirigidas a reorganizar su colectividad con miras al 2012. Hay que notar, sin embargo, que dichas reformas no abordan en lo absoluto la postura ideológica del PPD y sobre la cual se articulará el mensaje de cambio que se propone plantearle al electorado. Se trata, pues, de nuestra primera lección: un vacío político es producto de la inercia que caracteriza el liderato actual de un partido.

El proceso de definir el futuro ideológico del PPD es una tarea impostergable que deberá nutrirse del insumo de todos los sectores del país. Para ganar las elecciones, el PPD tendrá que reinventarse, lo cual nos lleva a nuestra segunda lección: modificar el léxico utilizado a la hora de hablar sobre el asunto del status. Sin lugar a dudas, éste será el proceso más arduo en la historia moderna de esta colectividad, ya que podría culminar en su aniquilación o, por el contrario, en el resurgimiento de una maquinaria consolidada y lista para asumir los retos de cara al futuro.

Luis Muñoz Marín, líder máximo del PPD y arquitecto del ELA, sostuvo que la meta definitiva del statu quo era lograr “la máxima autonomía que con el tiempo es necesario establecer en su unión permanente con Estados Unidos”. En otras palabras, que el ELA estaba destinado a desarrollarse dentro de la esfera del constitucionalismo norteamericano. De ahí se desprende nuestra tercera lección: preservar la visión integradora de Muñoz como vehículo de cambio social.

Por otro lado, el ala soberanista del PPD se propone suplantar ilegítimamente esta visión por un credo subrepticio de independencia. Este movimiento representa, en términos estratégicos, una amenaza a las posibilidades de triunfo de los populares. Precisamente, ésa fue la fórmula política que se le presentó al país en las pasadas elecciones y todos conocemos cual fue el resultado.

He aquí nuestra cuarta lección: hablar de la “república asociada” representa una bifurcación de la cultura institucional del PPD y, además, fracasa en comunicarle al pueblo un mensaje de seguridad económica.

En resumen, la posibilidad de que el PPD regrese al poder dependerá de su capacidad para ofrecer soluciones reales e innovadoras a los problemas apremiantes que atraviesa nuestro pueblo. Para ello, requerirá de un liderato dinámico con la capacidad de renovar el compromiso histórico de esa colectividad para con el progreso de la sociedad puertorriqueña.

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